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martes, 24 de noviembre de 2020

SÁTIRA, HUMOR CRÍTICO Y ESPERPENTO

En la cama con el hombre inapropiado

José María Guelbenzu

Ediciones Siruela, Madrid,2020, 341 páginas.

 

   Pocos personajes tan polifacéticos como José María Guelbenzu (Madrid,   1944). En su trayectoria profesional ha combinado  el mundo editorial -fue director de Taurus y Alfaguara-, con la creación ficcional, con novelas que buscaban siempre un enfoque innovador; algo que ya podíamos presentir en su debut narrativo como novelista (El mercurio, 1968). A comienzos del actual siglo, inició una serie de novelas policiacas, en la estela de John Banville, con su alter ego Benjamín Black. Convierte a una jueza de instrucción, Mariana de Arco en investigadora de sus ocho novelas de la serie. La última  es del pasado año: O calle para siempre.

   En la novela que ahora nos ofrece Ediciones Siruela, Guelbenzu retorna a la novela, pero muy alejado del género de la narrativa de investigación. Una novela que podemos encuadrar en el marco del esperpento español más castizo, rebosante de un gran humor que el escritor maneja con hábil pericia. Y que le sirve además para generar una crítica mordaz-picaresca sobre ciertos comportamientos y personajes de la transición española.

   Para todo ello se sirve de un personaje principal, la protagonista del relato, María del Alma, en una fábula que ambienta primero en una ciudad provinciana. Jerez de la frontera, y más tarde en Madrid, a donde se larga aburrida de la rutina, y mortificada por la vida en provincias. La novela nos sitúa en los años ochenta en los momentos en que  las españolas y españoles estrenan libertad.

   En ese escenario, el autor construye una novela de amor y desamor sobre María del Alma, una mujer mal casada, ingenua, soñadora y romántica que opta por romper con su matrimonio tradicional, celebrado en la senda del nacionalcatolicismo, y abrirse a la vida, plagada ahora de nuevas libertades. Y lo hace siguiendo los consejos de su amiga Amalita Muscaria. ¿El camino? , los brazos de políticos, escritores famosos, banqueros, intelectuales y algún chorizo. Una fauna variopinta que el autor perfila con grandes dosis de sarcasmo y picaresca.

   Algo de lo más sustancioso de la novela es el volcado que el autor traslada a la novela de sus experiencias como editor. Con autores que deambulan por las editoriales a la caza de mujeres bellas; intelectuales mediocres o autores de bestsellers más pendientes de la cifra de ventas que de la calidad literaria; ejecutivos que no tienen idea del mundo editorial, pero muy expertos y prácticos  como machistas. Todos ellos forman parte del machismo imperante en la transición, y al que Guelbenzu no le ha quitado ningún hierro. En definitiva, una merienda de egos dispuestos a comerse a la bella cuarentona provinciana.

   Mas lo más interesante de la novela es su protagonista, María del Alma, llamada así por ser una María de virgen inconcreta. Criada en Jerez de de la Frontera, su madre, una superviviente de la guerra, ha logrado darle a su hija unos estudio. María del Alma contrae matrimonio con un señorito andaluz, que resultó ser un sinvergüenza. Y se casa, no por amor, sino empapada por el ideario sentimental que ha recibido en los colegios de monjas y en ciertas novelas románticas de amor. Hasta que abre los ojos ante la realidad y empieza a pensar por sí misma. Con la ayuda y consejos de la amiga Amalita, muy ligera de cascos por cierto, se encuentra celebrando su cuarenta cumpleaños en Madrid. Y en la capital del estado, la dulce provinciana se convierte en el bocado apetecido por los lobos de la capital. Además ella misma, muy pronto se va quitando el pelo de la dehesa  y no tardará en meter hombres en su cama, y en la tela de araña en la que ha puesto sus ojos, aunque sean escritores pelmazos como Gregorio del Párrafo. Y como él, otros que pretenden rendir la plaza por asedio.

    

                                     

                                   José María Guelbenzu

 

   Y María del Alma cada día más dispuesta a aprovecharse de su naturaleza agraciada y disfrutar de ella y con ella. Por eso, de una cama pasará a otra cama, frecuentemente con sus jefes. De la oficina al dormitorio. Ese será su recorrido, en el que será usada muchas veces como funda de un estilete masculino, con total ausencia del amor carnal que es lo que le apetecería a María del Alma. .

   Pero, en medio de la promiscuidad, María del Alma  se divierte. Es verdad que el esparcimiento lo consigue saltando de una cama a otra, mas lo hace con un cierto sentido de la rectitud, buscando el amor verdadero, si bien sin ningún puritanismo, sentido de la culpa y una gran ingenuidad.

   En la cama con el hombre inapropiado es un buen documento ficcional, escrito como “novela del disparate”, para comprender cómo evolucionaba España en los primeros años del postfranquismo  en el tema de las costumbres. Con la capital del estado plagada de presuntos intelectuales, machistas en toda regla, que en las mujeres veían objetos, sobre todo sexuales. El acoso y derribo es a lo que se expone la protagonista, aconsejada por su amiga, impulsora de su emancipación, que pilota entre hombre y hombre, porque con sus caudales se lo puede permitir.

   Un buen retrato pues de los primeros años de la transición, bien reflejados en una novela en la que la picaresca se combina con el esperpento y con escenas ciertamente vergonzantes, en las que ciertos hombres buscan sin ningún miramiento el trofeo de un cuerpo femenino. Es uno de los objetivos perseguidos por las estructuras machistas en las que  circulan una verdadera caterva de vividores.

 Francisco Martínez Bouzas

 

viernes, 20 de noviembre de 2020

LA AMISTAD COMO HILO CONDUCTOR

 

 Los días luminosos

Zsuzsa Bánk

Traducción de Marina Bornas Montaña

Acantilado, Barcelona, 2020, 435 páginas.

 

    

 

     Tener en las manos un libro editado por la barcelonesa Acantilado es un aval de que  leeremos literatura de la buena. Y esto ocurre con Los días luminosos de Zsuzsa Bánk, una autora de la que Acantilado ya había publicado la novela El nadador  (2004) y la colactánea de relatos En pleno verano (2016). En Los días luminosos, la escritora da muestras inequívocas de que es capaz de captar y cautivar la atención del lector sin echar mano de artificiosos escenarios o de escenas truculentas. Le es suficiente con acercarse a la vida de la madre soltera de unas niñas y a la aventura de sus vidas, muy marcadas por el aparente desequilibrio de aquella. Con la circunstancia sobreañadida de un padre que no aparece con frecuencia, pero que está profundamente enamorado de su pareja y ama a sus hijas.

   Así se inicia una historia de amistad, pero también de traición, de amor y mentira en la que renacen los secretos del pasado, capaces de cambiar una vida.

   La novela de Zsuzsa Bánk lleva a cabo una verdadera investigación ficcional sobre las relaciones entre amigos y entre padres e hijos, demostrando de qué manera las verdades ocultas, cuando salen a la luz del día, pueden cambiar para siempre la actitud ante la vida de quienes las han descubierto. Los días luminosos son los de la infancia, despojados de cualquier duda o preocupación;son momentos                                                                                                                absoluta felicidad  que habrán de confrontarse con las desilusiones, el dolor y la incomprensión que suelen prodigarse en la edad adulta.

   Los días luminosos es una novela coral y al mismo tiempo de formación, cuya acción transcurre en los años sesenta en el sur de Alemania y en Roma. En ambas escenarios, pero sobre todo en el alemán, tiene lugar la historia de Aja, Seri  y Karl y de tres madres profundamente marcadas por la vida. Ellos y ellas son los principales protagonistas de la novela.

   En las afueras de una aldea, en una casa miserable, privada incluso de un buzón para la correspondencia, viven Aja y su madre Évi, una joven húngara casada con Zigi, que actúa como acróbata en un circo. Los únicos bienes que posee esta familia es una pequeña huerta con árboles frutales que circundan su desangelada habitación. Será en este pequeño huerto donde la niña Aja vivirá sus imborrables días claros de la infancia, junto con sus inseparables amigos Seri y Karl. La existencia de los tres niños está profundamente señalada por trágicos eventos personales. Pero, como por encanto, el dolor y el luto parecen desparecer en medio de la intensa alegría de los juegos infantiles..

   Los días claros y luminosos son justamente las jornadas transcurridas en la inocencia de la tierna edad, cuando las duras pruebas cuotidianas, los descalabros y las ilusiones de la vida adulta  se hallaban todavía muy lejos. Veinte años más tarde los tres niños, convertidos ahora en estudiantes universitarios, en un reencuentro inédito, viajan a Roma, y allí repasan y rinden cuentas de su pasado, con secretos insospechados e inesperadas traiciones.

   

                                

                                      Zsuzsa Bánk  

   

 

   Zsuzsa Bánk ha escrito una novela de tonalidad poética, en la que los que toman la voz no son solamente los jóvenes, sino sobre todo la vida que, con un hábil juego, enreda continuamente el destino de los personajes. Página tras página, la autora hace revivir los momentos más destacados de una profunda amistad, inmersa  en una atmósfera mágica. Con una estructura lineal y un estilo de prosa muy simple, su escritura intensa en acontecimientos y emociones llega fácilmente  al corazón de los lectores, sobre todo una vez que se superan los primeros capítulos demasiado lentos y repetitivos. Lectura relajante para curarnos del estrés cotidiano.

 

Francisco Martínez Bouzas

 

martes, 17 de noviembre de 2020

CUANDO LOS MUROS DEJAN DE SER MTEÁFORAS

  

 

El Muro

John Lanchester

Traducción de Inga Pelissa

Editorial Anagrama, Barcelona, 2020, 277 páginas.

 

     

   Los problemas existenciales que afloran hoy día, hallan en la distopía una válvula de escape. El ser humano, mucho más a partir  de la pandemia global en la que parecemos poco menos que seres destinados a la extinción; los miedos se acrecientan y las grandes preguntas que, a lo largo de la historia, han atenazado la existencia humana, tales como ¿quiénes somos? ¿hacia dónde nos dirigimos tanto como individuos como  sociedad?, nos acucian en estos momentos con mayor intensidad. Por eso mismo, las obras literarias distópicas que reflexionan, y a veces elucubran, sobre la naturaleza humana, basadas en la tecnología, son más populares que nunca.

   En ese estado de opinión generalizado se basa el periodista y escritor John  Lanchester (Hamburgo, 1962), para ofrecernos esta inquietante distopía, en la que combina hábilmente la ciencia ficción y el relato de aventuras. Su propósito no es otro que plantear, de forma ambiciosa, temas muy actuales, como pueden ser el miedo al futuro, la precaución y el rechazo ante el diferente. Y sobre todo, el miedo a uno mismo. Por eso, como escribió Jake Kerridge en The Tlelegraph, la novela distópica de Lanchester logra plasmar las ansiedades del mundo actual.

   El Muro es una buena novela de género, una novela de aventuras, narrada con brío, emoción y tensión poco frecuentes. Y a la vez, como vengo diciendo, una inquietante distopía que actúan como potente alegoría del mundo actual, rebosante además de talento narrativo.

   La historia, estructurada en tres partes, se desarrolla en una atmósfera social claustrofóbica: la de una sociedad que se entusiasmó con la caída del muro de Berlín, a la vez que yergue nuevos diques de contención por parte de muchos países. Una muestra, sin ir muy lejos, los muros y las concertinas barbadas que España levantó y colocó en Ceuta y Melilla.

   Esa es la atmósfera social que actúa de telón de fondo en la historia de John Lanchester: una muralla que protege a las Islas Británicas, tras la elevación de las aguas debido al cambio climático, y la consiguiente afluencia de subsaharianos. A evitar que entren en territorio británico se dedican las patrullas de defensores que custodian el muro. Una clara alegoría de lo que sucede en nuestros días: una sociedad encastillada frente a los otros, que además se sienten culpables generacionalmente y aceptan la norma de no traer más niños a este mundo. Solamente aquellos imprescindibles para garantizar el reemplazo de los vigilantes. Las normas son muy estrictas: por cada uno que logra colarse, uno de los nuestros pasa a ser otro y es arrojado al mar. Algo todavía peor que las devoluciones en caliente que practican varios países, España entre ellos.

   A este muro llega Kavanagh para formar parte de las patrullas de vigilantes. Su obligación es cumplir dos años de servicio, mas en sus manos está la posibilidad de evitarlo. Convertirse en reproductor y engendrar un hijo. Poco a poco, y con esa finalidad, Kavanagh inicia una relación con una de las mujeres de dentro, Hifa, vigilante como él. Pero pasan los días y las noches y un miedo difuso y penetrante hace acto de presencia. Finalmente, cuando se produce la invasión nada será como se esperaba: los papeles de invasores y defensores acaban por redefinirse.

   Una distopía tan envolvente como turbadora, con aires de fábula moderna, pero que desgraciadamente supera la fábula para convertirse en realidad en un mundo donde los nacionalismos excluyentes mueven a muchos seres humanos a ver al  otro como un enemigo.

   

 

                                   John Lanchester

                                        

 El autor rechaza que lo que cuenta sea distópico. En su opinión lo que sucede es la consecuencia del camino que hemos emprendido y que alegremente recorremos; especialmente la conducta irresponsable ante el cambio climático, un cambio a escala planetaria que lo transformará todo y reestructurará por completo la vida humana.

   La idea central de la novela es la de frontera. Vivimos en un mundo de muros y poco importa que haya caído el muro de Berlín, porque otros lo han reemplazado; y la mitad de ellos se han construido en este siglo. Y no solamente la fantasía ridícula y megalómana de Trump. A la era de la creciente movilidad, de la apertura y globalización le está sucediendo un período de división, fortificaciones y alejamiento del otro. Poco importa que el Mediterráneo sea el gran cementerio de esta locura aislacionista. Existen además los muros mentales, cada día más peligrosos entre formaciones políticas o personas individuales: o eres uno de los nuestros o perteneces a otra cosa y debes estar fuera. En definitiva, una novela que es una inquietante  distopía que funciona como reflejo del mundo actual y aborda el miedo al diferente, al otro; el miedo al futuro y el miedo a uno mismo.

 

Francisco Martínez Bouzas

domingo, 15 de noviembre de 2020

RELATOS ESCRITOS A CUATRO MANOS

 


Retorno a lo primigenio y otros relatos

Blanca  Caballero Pacheco

Juan Jorge Parera López

Editorial Llanura, Colección Elías Canetti, Madrid, 2020, 170 páginas.

 

   

 

  Este libro entronca, como no podía ser menos, con las raíces  cubanas de sus dos autores: Blanca Caballero Pacheco y Juan Jorge Parera López, que aúnan ante todo sus fantasías, mas también sus plumas, para hacernos llegar historias preñadas de ensueños y de realidad, aunque quizás esta en dosis menores. Un libro pues escrito a cuatro manos, a dos  ingenios y quizás a una sola ideología. Blanca Caballero es cubana americana radicada en Miami, química, profesora de matemáticas y escritora. Su compañero de tareas escriturales en esta ocasión, es cubano igualmente, proveniente también del campo de la ciencia -físico y matemático-, pero también humanista, con muchos años de permanencia en Suecia, y acompañado por un amplio bagaje tanto científico como pedagógico. En la Asociación de Escritores de Castilla la Mancha, por medio de Editorial Llanura, publican este libro, precedido de un prólogo del escritor Alfredo Villaverde Gil.

   Quince relatos de autoría compartida que no hacen recordar intentos precedentes: las Baladas líricas que Wordsworth y Coleridge escribieron en 1798, y otras autorías a dúo como las de Flaubert y Du Camp, Dumas y Maquet, Dickens y Collins o Borges y Bioy Casares, por no mencionar la más reciente de  de Chistina Hobbs y Lauren Billings.

   Ambos autores, o mejor dicho, la autora y el autor, se ajustan a la gramática del relato breve de mediana extensión: un género narrativo que cuenta historias breves y compactas, en las que se les da fuerza a los sucesos y detalles más importantes. Por lo mismo, estos relatos dan a conocer datos esenciales, pero no nos fatigan con referencias detalladas  y minuciosas acerca de los personajes o del lugar donde acontece la historia; obligando de esta manera al lector a  ser él quien los imagine. Su estructura, no obstante, es muy similar a la de la novela: se inician con una introducción o planteamiento, continúan con un desarrollo o nudo y finalizan con el desenlace.

   Sin embargo, la versatilidad del relato no atenaza  a los autores a mantener de forma estricta esta estructura clásica. En definitiva lo que en su día escribió Julio Cortázar: “… el gran cuento breve condensa la obsesión de la alimaña, es una presencia alucinante que se instala desde la primera frase para fascinar al lector y hacerle perder el contacto con la desvaída realidad que lo rodea.”

   

                                          Blanca Caballero                      

   

 

  En los relatos de este libro peculiar se amalgaman la ciencia, la filosofía, la literatura y el ate. Y sus atores tienen la disponibilidad, también la voluntad, para unir sus facultades creativas en tres narraciones conjuntas. Será a ellas a las que prestaré mayor atención dejando caer breves pinceladas sobre sus contenidos digéticos. Nunca, sin embargo,  revelaré su contenido.

   

                                             Juan Jorge  Parera           

 

 

 Son ellos: “Los pájaros de Yuan Yi”. Es el relato del encuentro de Yuan Yi  con el desear y el querer, embriagado el protagonista por las fragancias y el culto por la poesía. Erotismo, amor a la literatura poética, pasión amorosa, nexo ancestral con las aves. Un reflejo de la más enigmática cultura china. Se alude igualmente en el relato al origen del alfabeto chino, basado en las huellas de de los pájaros en la tierra. Otro de los cuentos escrito a cuatro manos es “Retorno a lo primigenio”. Un intento de cerrar los oídos a la exuberancia y bullicio exteriores y retornar a lo primigenio, a aquello de lo que no somos conscientes y está en mi ello. Es entonces cuando comprendemos que somos seres en armonía con el resto de la naturaleza. En “Ellos lo sabían” vuelven  a aunarse las dos mentes creativas relatándonos un episodio de la Segunda Guerra Mundial, tras el desembarco de Normandía, con múltiples animales sufriendo los estragos de la guerra y el fallecimiento de compañeros.

   El resto de los relatos corresponden seis a cada uno de los autores. Todos colmados de fantasía a los que es preciso sumar las aportaciones y experiencias del exilio en entornos tan diversos como los de Norteamérica -es el caso de Blanca Caballero-, o los de Rusia, Suecia y España en los que se empapó Juan Jorge Parera. No falta la ideología anticastrista en algunos de los relatos de Blanca Caballero. Una muestra: “Viento tormentoso.

   No es mi misión revelar el contenido diegético de estos relatos. Simplemente señalo que, con sus virtudes y defectos, pretenden introducirnos, tal como se dice en el prólogo, en la riqueza de la realidad repleta de los bueno y de los malo, lo alegre y lo doloroso. Las ilustraciones que aparecen en el inicio de cada relato, obra de pintores conquenses, son un aliciente más para acercarnos a esta obra.

 

Francisco Martínez Bouzas

domingo, 8 de noviembre de 2020

"UN AÑO EN EDIMBURGO": NOVELA DE SECRETOS FAMILIARES

 

 

Un año en Edimburgo

Marieta Alonso

Ediciones Editorum, Madrid, 2020, 244 páginas.

 

   

   ¿Habla usted cubano? Significó el debut literario de Marieta Alonso, hija de la cultura cubana y española (reside en España desde 1971). Aquel es un libro en el que las fantasías de la autora nos llegaban en formato breve, cuentos con sabores y acentos cubanos. Pero, años más tarde, en 2018, Marieta Alonso, con La huella de los Adioses, dio el salto a la novela de largo aliento y paginación. No obstante su unidad temática, la autora ficcionalizaba en su estreno como novelista, temas que tenían que ver con una saga de españoles-cubanos, que van y vienen a la Isla caribeña, y desde la misma a tierras gallegas, con múltiples saltos en el tiempo. Pero hace unos meses, Marieta Alonso da el salto a otro tipo de novela de compleja calificación porque es muchas cosas a la vez: novela de familias, de secretos escondidos, de crímenes y traiciones, thriller, saga coral… Y que relaciona Cuba,  “la novia querida de tantos gallegos” (página 21), con Galicia, con A Coruña más en concreto, donde están las raíces de algunos personajes. Se trata de Un año en Edimburgo.

   La novela se inicia con la captación de una sensación de peligro por parte del lector: una mujer tendida en el suelo porque, con un silencioso disparo, un hombre la mata mientras está fregando. La asesinada es Elizabeth; y con su asesinato también desaparece su hija, una bebé de pocos meses. Un trágico y preocupante acontecimiento que sucede en la capital de Escocia. Edimburgo a donde se había trasladado la acción.

   Pero, de pronto, la novela da otro salto en el tiempo y en el  espacio y nos sitúa en el año 2000 en A Coruña. Y un nuevo personaje femenino, Sybilla, una mujer que tiene poderes especiales y tendencias fuera de la normalidad, entra en acción. Y en este personaje femenino y quizás en otro de nombre Katherine se centra buena parte del relato. La novela además penetra en el interior de una familia y ahonda en sus secretos. Un nuevo salto en el espacio y la acción nos vuelve a situar en tierras escocesas, y en Edimburgo renacen los recuerdos, entre ellos el del accidente mortal en el coche que conducía el novio de Katherine.

   Como no es misión del crítico spoilerizar  la trama novelesca, me limitaré a reproducir parte de la breve sinopsis de la contraportada del libro: “En el años 2000 Sybilla, una coruñesa con un don excepcional, descubre los secretos de la familia McLean”.

   Por mi parte,  me limito a conceptuar la novela, sus virtudes y defectos, en una apreciación siempre subjetiva. Novela que es muchas cosas a la vez: costumbrista ya que refleja el ambiente de cierta sociedad gallega y  escocesa, de relaciones familiares, con múltiples personajes -cuarenta relaciona la autora en el apéndice ¿Quién es quién?- Más otros muchos que intervienen sobre todo en conversaciones y que dificultan la tarea del lector. Novela que con el costumbrismo amalgama, investigación, intriga, secretos familiares, leyendas, y que a veces se desvía en historias secundarias que no tienen demasiado que ver con el tema principal. Estructurada por meses: se inicia en diciembre de 1944 y concluye en el mismo mes del año 2000.

    

                                       Marieta Alonso

 

   Abunda también en la novela la transcripción literal de conversaciones y relatos personales, escritos tiempos atrás. En definitiva, una trama novelesca relatada en tercera persona, que descubre fundamentalmente la vida y los secretos de familias escocesas, relacionadas alguna de ellas con Galicia. Por poner un ejemplo, el padre de la gemela Marina era su tío y sus medios hermanos, sus primos. Ficción rica, a pesar de su complejidad, porque su estructura constructiva, incluye múltiples materiales diversos, y en mi opinión demasiados  personajes e historias secundarias. Contención pues es lo que precisa la escritora que maneja perfectamente el estilo de una prosa sencilla y natural. La misma lengua pulcra que ya demostró en obras anteriores.

 

Francisco Martínez Bouzas