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miércoles, 11 de diciembre de 2019

RASGANDO EL MANTO DE LA DESMEMORIA


Expediente Artieda
Luis Rei Núñez
Alianza Editorial, Madrid, 2001 280 páginas


   En estos días en los que el negacionismo comienza a tomar impulso en España y hay grupos y personas que hablan del “buenismo” de la Dictadura y de la Guerra Civil, considero oportuno releer y comentar una novela editada hace 19 años, Expediente Artieda de Luis Rei. Desde entonces la imagen de la Guerra y Posguerra, de la Dictadura tanquista no solo no ha merecido su merecido sino que ha ido a mejor; y son muchos los que sienten nostalgia de aquellos años de piedra y plomo.
   Expediente Artieda fue merecedora del Premio Xerais. Y en el años 2001 aparece su versión española. Expdiente Artieda es una novela social, un tipo de literatura absolutamente necesario tanto en la escritura gallega como en la española, ya que ayuda a  romper la capa de desmemoria, permitiendo que salgan a luz, aunque sea de forma ficcional, muchas coas de nuestro pasado franquista. Aquí munca se hizo justicia con los que se rebelaron con los genocidas, con los torturadores -hasta desde Chile nos lo han recordado-, y hasta no hace muchos años daba la impresión que los argumentos de la Guerra o de la Posguerra en Galicia o bien no interesaban o existía el acuerdo tácito de no remover en el asunto. Sin embargo, a finales del siglo pasado y a comienzo del actual ciertos narradores como Anxo Angueira en  Pensanao o Luis Rei con Expediente Artieda, dos novelas  en absoluto maniqueas, se comprometen con la historia y la verdad.
   La novela de Luis Rei es un relato complejo y muy rico que admite varias lecturas. Una narración comunal -novela coral- ante todo que, como en un enorme friso expresionista, desarrolla la vida en una ciudad, A Coruña, veinte años después del final de a Guerra. La ciudad que guarnece en su seno las camadas de los ganadores, A Coruña del  poder franquista, representada por personajes como el gobernador Valeriano de Frutos, un falangista en toda su chulería, que le pone los cuernos a su mujer y al Caudillo que no perdona los pecados de la cintura para abajo. Como el delegado de abastos, o Ventura Bugallo, el negro del gobernador, criticado por no emplear un estilo suficientemente imperial. También aquellos que ficharon por el ministerio del terror y tienen en el policía Pombo, capaz de apagarle para siempre la luz a un viejo sindicalista mediándole con sus propias garras cal viva en las pupilas de los ojos. A Coruña franquista arrodillada delante del Generalísimo, que en el Pazo de Meirás y sin que le tiemble el alma, pone con su mano tan so dos palabras: “garrote y prensa” al frente de las protocolarias sentencias del Tribunal Especial.
   A su lado y bajo su yugo, los verdaderos protagonistas de la vida y de la novela, la inmensidad de A Coruña  doliente, la ciudad de ciento cincuenta mil almas en pena, como afirma un personaje, miles de figurantes anónimos que se preguntan que hicieron para ser merecedores de tanta miseria, tanta vesania, tanto miedo.
   La novela refleja perfectamente el heroísmo de la existencia cotidiana de esta gente, la mayoría de la población que calla y soporta en sus carnes las aberraciones del franquismo, por puro instinto de supervivencia, en un tiempo de vómitos de sangre y esgarros nauseabundos -metáforas de la miseria- en la funda del colchón. También el valor de unos pocos, la última partida de los maquis gallegos, militantes antifascistas, sobre todo los comunistas que, a pesar de las decisiones desmovilizadoras que toma un alejado Comité Central en París, se entregan a sus ideales, con inaudito sacrificio y sintiéndose derrotados, en la Posguerra tardía, en la ciudad herculina.
   Luis Rei rehace, sin alterarla, la historia, de los perdedores que jamás recibieron una pizca de reconocimiento. La historia de aquellos que, en tiempos desesperanzados, jamás cantaron, resistieron las descargas eléctricas seguidas en los testículos, hasta quedar reducidos en su incomparable heroísmo a un montón de escombros. Pero también la heroicidad de aquellos que no soportaron la tortura y hablaron. Porque ¿cuál es la vara de medir el heroísmo?, como interroga, en pregunta inocente, un inocente
   Novela, así pues, política, comprometida humildemente con la realidad, con la historia, que toma partido por los inmolados, por las víctimas. Una invención de Luis Rei, pero nuca carente de verosimilitud, ya que detrás de cada página, se halla el aval de un trasfondo histórico y todo el martirologio laico gallego, empezando por Gayoso y Seoane, torturados escrupulosamente, pero que nunca hablaron.
  

                                          
Luis Rei

  
Luis Rei escribe una novela compleja y muy rica como ya quedó apuntado. Un inicio lento en el que el lector difícilmente capta la trama, porque el autor se recrea en la minuciosidad, y porque articula el desarrollo diegético a través de una estructura fragmentaria, con una verdadera maraña de personajes. Poco a poco se nos va presentado la trama argumental y por medio de escenas y acontecimientos aparentemente inconexos, en una primera visual. Con un desarrollo no lineal, sino entrecruzado, en el que se mezclan la voz narrativa en tercera persona y otras muchas que lo hace en primera. Esa lentitud inicial se aviva sin embargo por medio de  estrategias narrativas, como pueden ser las referencias que de pronto aparecen con relación al tema de la traición y de la venganza presentida. La inicial confusión desaparece hacia la medad de la novela, cuando comienzan a confluir todos los hilos narrativos. Y en el último tercio, el relato se convierte en muy vivo y apasionante, aunque un final un poco peliculero -también necesariamente desesperanzador- puede disminuir la seriedad de este ajuste de cuentas literario con el pasado.
   Novela basada en gran medida en el diálogo, en el relato de acciones con pequeñas escenas descriptivas. Y en la habilidad del autor para reflejar el ambiente y la atmósfera gris y opresiva de aquellos días, con protagonistas así mismo oscuros en búsqueda de un protagonismo grupal.

Francisco Martínez Bouzas

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