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lunes, 21 de octubre de 2019

"EL FINAL DEL AFFAIRE": NOVELA ESPLÉNDIDA PERO CARGADA DE AFLICCIÓN


El final de affaire
Graham Greene
Traducción de Eduardo Jordá
Epílogo de Mario Vargas Llosa
Libros del Asteroide, Barcelona, 2019, 311 páginas.

    


   Graham Greene (1904-1991) es autor de una amplia y variada  gama de obras que él mismo clasificó, consciente de que en su producción literaria están las novelas propiamente dichas y aquellos otros textos que solamente son “entertainments”. Pero también en las novelas de mayor calado, la buena calidad estilística, la organización dramática de la trama y la intensidad de los interrogantes morales no llegan a aparecer en todas por igual. Se suelen destacar tres novelas en las que el análisis religioso y ético cobra mayores pretensiones: El poder y la gloria (1940), El revés de la trama (The Heart of Matter) de 1948 y El final del affare (The End of Affair) de 1941, entendiendo Affair en el sentido de enredo amoroso que precede a una curioso conversión: una mujer que teme que su amante adúltero, como ella, haya muerto en un bombardeo de Londres, promete a Dios, en quien probablemente no cree, renunciar al amor de ese hombre si ha salido con vida.
   Así sucede y en las hojas de su diario empieza a tomar cuerpo la presencia del “Otro”, el Dios posible, rival temible para una amante mortal.
   El argumento contiene pues una inequívoca historia de adulterio ambientada en Londres durante la Segunda Guerra Mundial. La novela presenta a Maurice Bendrix, un escritor de cierto éxito que conoce a Sarah Miles, esposa de un vecino, Henry Miles, un funcionario entregado de forma obsesiva a su trabajo. Pronto sobreviene la pasión amorosa entre los dos y viven una fuerte experiencia erótico-amorosa en el Londres de la inmediata postguerra. La relación está marcada por los celos de Bendrix y los sentimientos de culpa que siente Sarah, ya entonces de fuertes creencias católicas. Ambos saben que el enredo amoroso que les une no puede tener un final feliz.
   Dos años después de esta aventura adúltera, Bendrix se reencuentra con Henry, el marido de Sarah, que le confiesa su preocupación, ya que sospecha que su mujer tiene un amante. Entonces, ante la indecisión del marido, Bendrix contrata a un detective que le traslada el resultado de sus investigaciones. Y aquí se demuestra que las apariencias muchas veces son engañosas. Bendrix logra contactar de nuevo con Sarah y descubre lo que está ocurriendo, especialmente cuando el detective logra leer el diario íntimo de Sarah que se reproduce en la novela.
   A través de sus páginas, el autor nos permite conocer el conflicto religioso que desequilibró a Sarah en su momento, hasta el punto de llevarla a prometer a un Dios en el que apenas creía, renunciar a su relación adúltera si su amante Bendrix había escapado de la muerte en el bombardeo. El “Otro”, el Dios posible, se convierte así en un rival invencible para una amante mortal.
   En la novela, oportunamente rescatada por Libros del Asteroide, con traducción de Eduardo Jordá y un epílogo que admite muchos interrogantes de Mario Vargas Llosa, caben varias lecturas: la más fácil y superficial: la narración de un adulterio en medio de la Guerra, que influyó sin duda en el nivel moral de las consciencias de la gente. Y otra más profunda, que atañe sobre todo a la culpa y a los que esta lleva consigo: ¿es lícito y razonable romper las normas morales, cuando uno cree en ellas, ante el empuje de la pasión amorosa? Estos interrogantes anidan en la mente de Sarah que es sin duda el personaje más logrado de la novela. También el más torturado. Y en esas interpelaciones a la propia conciencia reside lo mejor de la novela: la forma atormentada en la que Graham Greene es capaz de transmitirnos los sufrimientos y las esperanzas de los protagonistas.
    

                                           
Grahan Greene


   En esta novela, el autor renuncia a la linealidad cronológica. El autor se sirve de analépisis, de escenas retrospectivas y de corrientes del pensamiento que quizás de una forma caótica discurren por la mente consciente de los protagonistas (flujos de conciencia).
   Todo ello, junto con ciertos pasajes del diario de la protagonista femenina, dotan al relato de un ritmo acelerado. En la novela, como ya quedó apuntado al menos indirectamente, tiene gran importancia el componente religioso. El gran mérito de este libro es la acuidad de su autor para narrar historias, y su destreza para hacer visibles los sentimientos y sufrimientos humanos, especialmente los interiores. Es el estilo de Graham Greene, su personalidad que se hace visible a través de diálogos concisos, descripciones acertadas, y el cambio de voz narrativa que hallamos en el último tercio de la novela. Cambia la voz que narra la historia, ofreciéndonos una perspectiva distinta de los mismos hechos y enriqueciendo la historia.

Francisco Martínez Bouzas

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