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domingo, 17 de marzo de 2019

"LUNARIO DEL PARAÍSO": UN DON QUIJOTE ADOLESCENTE


Lunario del paraíso
Gianni Celati
Traducción de Francisco de Julio Carrobles
Editorial Periférica, Cáceres, 1018, 347 páginas.

   

   

   Lunario del paraíso es una novela con visos clasicistas y bastante alejada de la modernidad. Su autor Gianni Celati (1937) es sin embargo un escritor italiano relevante, especialmente en la segunda mitad del siglo XX. Nacido en Sondrio, publicó Lunario del paraíso en 1978 y el libro muy pronto se convirtió en un producto literario mítico, una de las novelas italianas más importantes de la segunda mitad del pasado siglo. Gianni Celati compagina la creación literaria con la traducción de los clásicos ingleses del siglo XIX: Twain, Conrad o incliso Joyce. Hoy, gracias a la traducción de Francisco Julio Carrobles y a la edición de Periférica, lo podemos leer  finalmente en español.
   La novela pretende ser una especie de recuperación de los recuerdos de la juventud que de nuevo recobra vida. De subsistir únicamente en la brumas nebulosas que acarrea el paso de los años, el autor quiere transmitir a los amigos, alejados desde la adolescencia, un período excepcional de sus vida. Y en efecto, tras cuarenta años, de acontecidos los hechos, Gianni Celati, extrae de los repertorios de su memoria, la odisea de un viaje hecho a Alemania cuando tenía aproximadamente veinte años, tras la estela y las huellas profundas que Antje, una chica alemana, había dejado en su corazón, después de haberla conocido superficialmente en unas vacaciones estivales en la orilla del mar.
   “Ciofanni” será el nombre con el que se dirija a él el padre de la chica, viaja a un país desconocido, impulsado por el frenesí juvenil y las necesidades de descubrir el mundo. Sigue a la joven hasta el Hamburgo de The Beatles, y se siente feliz de dejarse hospedar por la familia de la joven alemana. Pero en el fondo  el viaje es el colmo del absurdo, y en el mismo se suceden historias increíbles, encuentros con mujeres, diversiones y sobre todo el brotar de raudales de vida.
   Si el término lunario significa el registro que comprende todos los días del año distribuidos por meses, eso precisamente es lo que hace Gianni Celati. Pero hay algo que el narrador evita de una forma intencionada: todo aquello relacionado con las funciones laborales. Por eso mismo, la trama de la novela tiene una cierta tonalidad picaresca, aunque de ella no están ausentes las referencias críticas al capitalismo y a sus dictaduras opresoras y omnipresentes sobre todo con los menos favorecidos.
   De Lunario del paraíso se ha escrito que es un texto no  muy  lejano de las narraciones de Bocaccio. Si algo pretende contarle Celati a los amigos para los que escribe la obra, son sus anécdotas y vivencias personales, más o menos apasionadas. De ahí que la técnica que emplea es la irles preparando para lo que va a narrar.
   Lunario del paraíso podría aproximarse a  una novela de formación, si bien muy alejada del concepto tradicional de la misma. La objetividad Gianni Celati no es otra cosa que apropiarse de todo aquello que es humano y novelesco, recurriendo a una lenguaje ajeno a las reglas y sirviéndose, sobre todo, de la lengua oral y de las jergas juveniles.
   

                                                    
Giovanni Celati

 La novela carece de un verdadero orden cronológico. Giovanni, el protagonista, asume el rol de narrador oral, usando varios apóstrofes, tal como hacían los cuentistas medievales. Otro hecho destacable es que esta es una novela sobre el pasado. Todo en el libro pretende resucitar viejos recuerdos sin demasiada relación con el presente. Es la poética de la lejanía como ha sido definida. Viejos recuerdos que, en más de una ocasión, precipitan al protagonista en un verdadero embrollo surrealista en la búsqueda del paraíso.
   En la novela no faltan intertextualidades con la literatita. Ya en el título hay una cierta referencia a La divina Comedia de Dante. El personaje femenino de Antje, la joven alemana, parece un calco de una Beatriz Moderna. El amor por ella aparece sublimado y sobre todo controlado por sus progenitores. Giovanni, por otra parte se describe tal cual otro Dante, como poeta de la mujer amada; pero no está ausente la dimensión corporal. Giovanni confiesa encontrarse en un continente de carne, mientras aspira a la elevación. Tal cual un péndulo, oscila entre el deseo carnal y las aspiraciones espirituales. En definitiva, un protagonista soñador, poeta, juglar y caballero. Un Don Quijote adolescente que teje sus andanzas y recuerdos en una novela que no envejece y que nos llega a través de un estilo de prosa fluido y con abundantes influencias de la oralidad.

Francisco Martínez Bouzas

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