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jueves, 13 de julio de 2017

DESDE EL OTRO LADO DEL ESPEJO




En tierras de ficción
Recorrido por la narrativa contemporánea.
De Edgar Allan Poe a Evan Dara
Robert Saladrigas
Menoscuarto  Ediciones (Ed. Cálamo), Palencia, 2017, 411 páginas.

   En el año 2013, Robert Saladrigas (Barcelona, 1940) publicó en esta misma editorial y colección el volumen recopilatorio de sus artículos de crítica literaria y ensayos que habían visto la luz con anterioridad en varios medios barceloneses. Para ceñirse a la extensión razonable de un volumen de estas características, se decantó por “uno de los caminos reales de la ficción contemporánea”. Ahora publica  un segundo volumen paralelo al anterior y que bucea igualmente en la ficción moderna y contemporánea ampliando el campo de su procedencia: a textos extraídos de La Vanguardia, se unen otros que fueron publicados en otros medios (Revista de Libros, TeleXpres Literario y El País).  Otra novedad es que en esta recopilación aparecen artículos o reseñas sobre libros de autores españoles y latinoamericanos (Max Aub, Camilo José Cela, Luis Goytisolo, José María Guelbenzu, Jorge Luis Borges, Julio Cortazar, Pablo Neruda, entre otros).
   Noventa y siete autores le dan vida a este segundo volumen. Abre las puertas del libro un “clásico”: Edgar Allan Poe. Las cierra Evan Dara, “uno de los autores posmodernos americanos”. Un apéndice, prescindible desde mi punto de vista, que apareció publicado originalmente en la revista Quimera y que recoge un amplio diálogo entre Robert Saladrigas y José María Guelbenzu, moderado por Fernando Valls, sobre cómo entender y practicar la crítica literaria, clausura la publicación.
   El propósito del libro, además de homenajear a autores predilectos, es el de contagiar el entusiasmo por la lectura literaria, por la magia de la lectura de obras de escritores de nuestro tiempo repleto de incertidumbres, a lectores de nuestro tiempo y a potenciales lectores de generaciones futuras.
   La publicación se estructura en cinco secciones que representan otras tantas tradiciones literarias. Y en su conjunto, viene a ser una buena representación de referencias literarias imprescindibles, no solo para “letraheridos”, sino también para lectores corrientes.
   Sería descabellado dudar de las capacidades de discernimiento literario de Robert Saladrigas, un crítico muy experimentado, uno de los analistas españoles más conspicuos e independientes, poseedor además de una amplia información que transmite al lector; no la información de una publicación académica especializada, sino la que corresponde a un periódico que conjuga contenidos esenciales y amenidad. Además Robert Saladrigas conoce por dentro el mundo de la ficción, ya que él mismo es autor, desde los años 70, de varias piezas de narrativa ficcional como Memorias de Claudi  M. Broch (1986), Premio de la Crítica, o El sol de la tarda (1992), Premio Sant Jordi y Joan Cruxells. Pero en este libro, como en su día hiciera Henry James, trabaja desde el otro lado del espejo y, desde ese envés, ve los textos literarios con ojos independientes y no supeditados a intereses editoriales. Mas sin excluir por ello la admiración y el entusiasmo de un lector privilegiado.
   Por eso mismo, en ambas publicaciones de Saladrigas hallamos criterios claros para acceder a obras fundamentales de la narrativa moderna y contemporánea. Es por ello que, de cara al lector, cabe entender este libro como brújula orientadora entre la vorágine  de publicaciones de nuestros días, de universos ficcionales que quizás superen a un lector corriente -el mismo Saladrigas confiesa haberse sentido vencido por más de un título, entre ellos el Ulises de Joyce-.
  Son indiscutibles la calidad y sutil penetración, acompañadas por la amenidad, con las que Robert Saladrigas nos familiariza con algunos de los grandes maestros de la prosa moderna y contemporánea, especialmente con aquellas novelas por las que siente una atracción irresistible, porque expresan la ambición de conquistas, una supuesta totalidad posible que no significan un debilitamiento  de la lectura crítica, sino su reforzamiento. Al margen de normas y supuestas reglas para ejercer la crítica literaria, ya que en el mundo del arte no hay reglas, y así mismo a  años luz del mito de la autocomplaciente objetividad, el crítico barcelonés pretende entender las claves del ejerció escritural de cerca de un centenar de escritores; dejar constancia de las sensaciones que en él, como lector, han producido y trasladárselas a otros lectores. Ese es en el fondo el porqué de la existencia del crítico, y también la de esta publicación, porque los libros aquí analizados, aunque sea en textos de hace treinta años, son imperecederos.

Francisco Martínez Bouzas

                                                
Robert Saladrigas

Fragmentos


MALCON LOWRY (1909-1957)

Bajo el volcán

“Nacido en Inglaterra, Malcom Lowry murió ahogado en mezcal y barbitúricos a los 48 años de edad –el juez de la pequeña localidad de Ripe, en East Sussex, dictaminó: «muerte por desventura»-, eligiendo la única forma de morir que resulta aceptable para un hombre contemporáneo enfermo de lucidez: afirmando por última vez su voluntad de ser frente a la impetuosa corriente de lava que escupe el volcán de la vida y que, por supuesto, acabará arrastrándolo. Diez años antes, en 1947, Lowry había conseguido difundir una gran novela que contenía las claves de los ritmos ocultos de su vida y su destino. Se dice que Under The Volcano fue aclamada por la crítica e ignorada por el público. En cierta manera es lógico. ¿A quién seduce la oportunidad de asistir  a los misterios de la pasión -calvario incluido- de un hombre que es a la vez víctima y verdugo, protagonista y testimonio de una tragedia existencial y por consiguiente colectiva?”

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RAYMOND CARVER (1938-1988)

Principiantes

“He aquí una histórica reparación literaria que debería abrir un sustancioso debate. Un día recibimos perplejos la noticia de que Raymond Carver, icono de lo que se conoce por realismo minimalista, no fue exactamente lo que se nos hizo creer que era, sino la inspiración de un editor de talento -a su vez escritor- llamado Gordon Lish (Hewlet, Nueva York, 1934). El caso es ejemplarizante. En la primavera de 1980 Carver pasó a Lish, editor de ficción de Esquire, una colección de cuentos recientes. Este se empleó a fondo en la tarea de remodelarlos según su criterio. Así mutiló los textos en más de un cincuenta por ciento -trabajo de cirugía fina-, modificó los finales de diez de ellos (de un total de diecisiete), cambió los nombres de algunos personajes (por ejemplo Mel por Herb), los ordenó por secuencias, rehusó poner al volumen el título del penúltimo de los relatos, «Principiantes» («Beginners») y lo sustituyó por una frase del texto, aquella que decía De que hablamos cuando hablamos de amor (What We Talk When We Talk About Love, 1981), sin duda el libro más famoso de Carver y que mejor ha definido el código estético fundamentado en el despojamiento y la gelidez.”

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EVAN DARA

El cuaderno perdido

“Imposible decir ni averiguar quién es, de dónde procede  o dónde para el estadounidense que se hace llamar Evan Dara, autor de tres novelas, El cuaderno perdido (The Lost Scrapbook, 1995) (Editorial Pálido Fuego) The Easy Chain (2008), cuya traducción está programada para 2016, y Flee (2013) que se tiene el proyecto de que aparezca en español en el 2017. Esos son los datos que se conocen. Evan Dara forma parte de la generación de Jonathan Franzen o David Forster Wallace, fieles a la vocación experimentalista de autores de referencia como Thomas Pynchon, John Barth, Donald Barthelme, Richard Brautigan o William Gass, pero por encima de todo al magisterio de William Gaddis, el símbolo más sólido y radical del posmodernismo literario norteamericano. Ahora bien, el inconveniente de Dara -interesa no perder el prólogo de Stphen J. Burn de la Universidad de Glasgow- es que sus tres obras nunca han sido bendecidas con los atributos comerciales de los libros de Franzen. No obstante, Dara, a quien acabo de descubrir con franco alborozo, creo que con toda certeza bien merece ocupar un lugar destacado en el canon de la novela norteamericana que para algunos supone algo parecido a la palabra Evangelio para los católicos.”

(Robert Saladrigas, En tierra de ficción, 94-95, 361, 373-374)

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