Roberto Bolaño
Editorial
Anagrama, Barcelona, 119 páginas
(Libros de
fondo)
Amberes es la penúltima novela que
Roberto Bolaño (Santiago de Chile, 1953- Barcelona 2003) publicó en vida. Después
de su muerte, Anagrama, su editora de siempre, publicaría en ediciones póstumas
2666, Los sinsabores del verdadero
policía y varios libros de cuentos, El
gaucho insufrible, entre otros. La publicación de Amberes siguió agrandando el “territorio Roberto Bolaño”,
convirtiendo al escritor chileno en una de las voces narrativas más relevantes
y originales de la literatura latinoamericana. Su prosa ecléctica, sus lúcidos
desvaríos temáticos, mezcla de autobiografía y de ficción, sus personajes
situados siempre en terrenos fronterizos y difícilmente literaturizables
hicieron de este chileno correcaminos una de las voces emergentes y renovadoras
de la narrativa escrita en español.
Chileno de pasaporte, Roberto Bolaño es otro escritor que edita con su
vida una verdadera novela. A los quince años se estrena en la trashumancia
instalándose en México donde da los primeros pasos en el periodismo y se
convierte al trotskismo. Unos años después, pudo contemplar en su país la
crueldad impune del golpe militar que clausuró aquella avenida de libertad
llamada Salvador Allende. El mismo Bolaño dio con sus huesos en los calabozos
de los golpistas. Liberado gracias a la intervención de unos policías amigos
desde la infancia, puso tierra por medio y se trasladó a El Salvador, país
donde tuvo la oportunidad de conocer al poeta Roque Dalton, y también a sus
asesinos. Desde 1977, será España el país que acogerá a este chileno diminuto e
inconformista. En suelo español, de la misma forma que en Francia y en otros países, ejercerá los
más diversos oficios: lavaplatos, camarero, vigilante nocturno, vendimiador,
descargador de barcos… Asentado finalmente en la villa costera de Blanes,
Roberto Bolaño estructuró con sabiduría y perspicacia espacios y materiales
ficcionales, transformándolos en balizas de su mar literario. En 1998, su
novela Los detectives salvajes obtuvo
los premios Herralde y el Rómulo Gallegos, considerado el Nobel de
Latinoamérica, que en sus momento habían ganado los grandes autores del boom, García Márquez y Vargas Llosa.
Amberes es una vieja-nueva
novela que Roberto Bolaño escribió hace más de treinta años, cuando ganaba la
vida trabajando en un camping español y tenía el convencimiento de que la
frontera final de su existencia no pasaría de los treinta y cinco años. La
novela es un prólogo del extraordinario talento que Bolaño exhibirá más tarde
en obras futuras. Redactada en un momento en el que el escritor experimentaba
en su propia carne una absoluta pobreza y vivía en una escenografía anarquista,
sus textos extremos, de difícil clasificación, mas de gran calidad, son el
anuncio de un universo ficcional repleto de potencialidades que explotarán de
manera definitiva en sus obras posteriores.
Las páginas de Amberes
recuerdan instantáneas congeladas de una película delirante que transcurre con
rapidez desconcertante y al margen de cualquier sutura cronológica y genérica:
“Se visita el género negro, mas como se podría visitar a un extraterrestre, a
una granja avícola. No es necesario que descifremos nada. Lo que queda son
imágenes sueltas de una pesadilla”, declara el mismo escritor juzgando su obra.
Su postrer declaración no deja lugar para las dudas: “De lo perdido, de lo
irremediablemente perdido, sólo deseo recuperar la disponibilidad cotidiana de
mi escritura, líneas capaces de cogerme del pelo y levantarme cuando mi cuerpo
ya no quiera aguantar más” (página 119).
Un texto difícil por el que circulan jóvenes traficantes de droga que
tienen sexo con los detectives de la brigada de estupefacientes, mujeres hermosas
y radiantes, turistas asesinos, escritores vagabundos y otras figuras que
entrarán a formar parte de la geografía fabuladora del escritor, y que volverán
a aparecer en Los detectives salvajes
y en una extraordinaria colección de cuentos, Putas asesinas.
Roberto Bolaño posee una gran habilidad para fundir biografía y
fantasía, para recuperar la memoria de las batallas perdidas y de las
obsesiones que expulsaron del paraíso a generaciones enteras. De ahí el extrañamiento
y la inmensa desolación que acompaña a todos sus personajes. Seres solitarios y
atormentados que viven en un nihilismo gélido, en la impotencia más absoluta,
incapaces de traspasar la sima de la incomunicación sentimental. De ahí también
el sabor agridulce y extraño que nos dejan las páginas de pequeña pieza
narrativa que encuentra en la sensualidad, en la ironía y en el humor cáustico
las únicas salidas para huir de la desolación.
La literatura radical de Roberto Bolaño se aleja decididamente de los
autores del boom y de los escritores
cortesanos (“esos ladrones de estructuras ajenas, esos pobres ilusos que por un
trozo de pan…son capaces de las peores mezquindades”). Sus textos nada tienen
que ver en efecto con la “imaginería tropical y telúrica” de García Márquez, ni
con las fabulaciones vividas de Vargas Llosa, escritores que Bolaño considera
que ya agotaron su manantial imaginativo y que ya nada tienen que decirnos. Un caso
muy distinto es Cortázar y un grupo de escritores de su generación como Rey
Rosa, César Aira o Ricardo Piglia que intentan renovar el mapa literario de
Latinoamérica. De la resignada comprensión de sus lectores que, según palabras
del propio Bolaño, saben perdonar a sus gladiadores y a sus payasos, dependerá
que lo consigan. Bolaño sí que lo logró.
Francisco Martínez Bouzas
Roberto Bolaño |
Fragmentos
AZUL
“El camping de La Comuna de Calabria según nota
sensacionalista aparecida en PEN. Hostigados por la gente del pueblo: en el
interior los campistas se paseaban desnudos. Seis chicos muertos en las
cercanías. «Eran campistas»…«Bueno, del pueblo no son»… Meses antes recibieron
una visita de la Brigada Antiterrorista. «Se desmadraban, follaban en todas
partes, quiero decir: follaban en grupo y en donde les venía en gana»… «Al
principio guardaron las distancias, sólo lo hacían dentro del camping, pero
este año armaron orgías en la playa y en los alrededores del pueblo»… La
policía interroga a los campesinos: «Yo no lo hice», dice uno, «si alguien
hubiera prendido fuego al camping podría echarme la culpa, más de una vez lo pensé,
pero tengo corazón para balear a seis machos»… Tal vez fue la mafia. Tal vez se
suicidaron. Tal vez ha sido un sueño. El viento entre las rocas. El
Mediterráneo. Azul.”
…..
LITERATURA PARA ENAMORADOS
“Me quedé en silencio un momento y luego
pregunté si él creía realmente que Roberto Bolaño ayudó al jorobadito sólo
porque hacía años había estado enamorado de unas mexicana y el jorobadito
también era mexicano. Sí, dijo el guitarrista, parece mala literatura para
enamorados, pero no encuentro otra explicación, quiero decir que en esa época
Bolaño no iba muy sobrado de solidaridad u desesperación, dos buenas razones
para ayudar al mexicano. En cambio, de nostalgia…”
…..
LA PELIRROJA
“Tenía dieciocho años y estaba metida en
el negocio de las drogas. En aquel tiempo solía verla a menudo y si ahora
tuviera que hacer un retrato robot de ella creo que no podría. Seguramente tenía
nariz aguileña y durante algunos meses fue pelirroja; seguramente alguna vez la
oí reírse detrás de los ventanales de un restaurante mientras yo aguardaba un
taxi o simplemente caminaba bajo la lluvia. Tenía dieciocho años y una vez cada
quince días se metía en la cama con un tira de la Brigada de Estupefacientes.
En los sueños ella aparece vestida con vaqueros y suéter negro y las pocas
veces que se vuelve a mirarme se ríe tontamente. El tira la ponía a cuatro
patas y se agachaba junto al enchufe. El vibrador ya no tenía pilas y él se las
ingenió para hacerlo funcionar con electricidad. El sol se filtra por el verde
de las cortinas, ella duerme con las medias hasta los tobillos, bocabajo, el
pelo le cubre el rostro. En la siguiente escena la veo en el baño, asomada al
espejo, luego exclama buenos días y sonríe.”
(Roberto Bolaño,
Amberes, páginas 23, 49-74-75)
Muy interesante, conocía al autor por su obra poética que es expresada libre y sin ataduras ante la sociedad. pero la verdad ignoraba su trayectoria como escritor de novela y me ha sorprendido mucho, pues me imagino que los infras mexicanos se dieron a conocer también por su prosa, algo que tendré que investigar. Gracias por compartir, de verdad me haces aprender mucho, felicito tu crítica que es clara y motivadora para leer al autor. Un abrazo de luz.
ResponderEliminarAraceli: Roberto Bolaño es el gran escritor latinoamericano de los últimos tiempos. Sí, también escribió poesía, pero sobre todo narrativa. Te recomiendo dos de sus novelas: "Los detectives salvajes" y "2666", una inmensa novela que transcurre en buena medida en México. "Amberes", comparada con las anteriores, es prácticamente una obra menor.
EliminarUn trabajo muy interesante...
ResponderEliminarSaludos
No he leído a este autor, pero sí he oído hablar mucho de él. Has hecho una crítica más que buena, pues logras hacer sentir a quien te lee que lo conoce un poco y se decida a leerlo.
ResponderEliminarLo supongo por tus dichos que es un escritor muy original en su expresión y en los temas fronterizos que describe. No sé por qué, pero me causa la impresión que su experimentada vida ha logrado de él, ese buen escritor que tú presentas. Parece muy original en su estilo y por lo que nos cuentas me ha traído a la mente a nuestro gran Roberto Arlt (de otra época) que coincide en sus textos con el ambiente de los marginados u olvidados en la opresión y la desigualdad y con una vida muy cruel que aparece también en algunos de sus relatos. Ambos son dos de los escritores cuya vida tan castigada por la hostilidad de sus destinos, ha sembrado un fértil campo de obras literarias imperdibles.
Como siempre me dejas con deseos de leerlo.
Me hainteresado mucho, amigo. No lo había leído, prueba de mi desactualización. Parece que me quedé en Victor Hugo y Hemann Hesse. Te lo agradezco de corazón, es un escritor impactante. Abrazos.
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