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martes, 18 de febrero de 2014

"LA VIDA ERA ESO" DE CARMEN AMORAGA, PREMIO NADAL 2014



La vida era eso

Carmen Amoroga

Ediciones Destino, Barcelona, 2014, 318 páginas.

(AVANCE EDITORIAL)



   En las librerías desde el 4 de febrero. Me refiero a la novela La vida era eso de la periodista y escritora valenciana Carmen Amoraga. Su nombre, a fuerza de premios, se ha convertido en una figura representativa de la actual literatura española. El reconocimiento de mayor repercusión hasta el momento ha sido sin duda el apoyo del público, pero también el Premio Nadal otorgado a su novela el pasado 6 de enero. El Premio Nadal de Novela es seguramente el más prestigioso de los convocados en España,  a pesar de su relativamente modesta dotación económica (18.000 euros). Lo avalan otras razones y merecimientos de indudable peso: es el más antiguo de los premios literarios españoles (concedido desde el año 1944), y entre sus ganadores figuran escritores, tanto de España como de Latinoamérica, de gran categoría. En la actualidad el Premio Nadal no tiene como objetivo descubrir nuevos valores, sino premiar figuras consagradas. Carmen Amoraga une así su nombre en esta 70ª edición del Nadal al de los ganadores de los últimos años: Fernando Marías, Ángeles Vallvey, Andrés Trapiello, Antonio Soler, Pedro Zarraluki, Eduardo Lago, Felipe Benítez Reyes, Francisco Casavella, Maruja Torres, Clara Sánchez, Alicia Giménez Bartlet, Álvaro Pombo y Sergio Vila-Sanjuán.

   Ocasiones habrá para volver sobre La vida era eso y ofrecer mi personal valoración crítica sobre una novela intimista. La novela de una mujer que desconoce su propia fortaleza y que descubre que la comunicación con el mundo, aunque sea a través de la virtualidad de las redes sociales, es la herramienta clave para que su herida existencial, aunque no cicatrice, duela un poco menos. Por el momento ofrezco este avance editorial, entresacado en buena medida del dossier de prensa de Ediciones Destino:



Origen de la novela:

   Lo revela la propia escritora: el conocimiento en un cumpleaños de una pareja: Viviana y Walter. Walter era grande y fuerte, pero poco después la autora supo que estaba enfermo y que  murió casi de inmediato. Una tarde se encontró a Viviana y a sus hijas a la salida de la presentación de un libro. Se abrazaron y Carmen Amoraga que quería escribir una historia que contase la suya, la de una mujer que había comprendido que los seres humanos estamos diseñados para sobrevivir y que eso era lo que tenía que hacer para salir adelante junto a sus dos hijas. Hay quien no es capaz de hacerlo, pero hay quien entiende que es preciso sobrevivir que ésa es la única salida y se agarra a ese hilo como si fuese una maroma de barco porque sabe que es preciso aprender a perder para aprender a vivir. Era la historia que la escritora quería contar y así nació La vida era eso. No es sin embargo el reflejo de la vida de la amiga. Es la novela de una mujer fuerte que de pronto comprende la necesidad de comunicarse con el mundo, aunque sea a través del mundo virtual.

   Viviana pasó en la novela a ser Giuliana y Walter, William. Son otros, otra mujer y otro hombre con un pasado distinto y un futuro diferente, con otras caras, pero con el mismo dolor de los personajes de la historia real.



Sinópsis:

   La muerte fulminante de su marido deja a Giuliana devastada y sola con dos hijas pequeñas. Superar ese desamparo un día tras otro pone a prueba su resistencia y su imaginación, mientras pasa de la incredulidad al enfado, y de ahí a la idealización de su relación con William. Descubre entonces el legado más hermoso de William: una intensa red de relaciones que le traerán una nueva forma de estar en el mundo y le enseñarán que aprender a perder es aprender a vivir.

   De este modo el inevitable proceso de duelo se verá mitigado por un descubrimiento al que nunca había prestado atención: el de las redes sociales. William, usuario habitual de Facebook, convenció a su esposa  para que,  a las puertas de la muerte, comenzase a escribir en su perfil y por él, las impresiones que en aquellos aciagos días iba teniendo. Sin embargo cuando sobreviene la muerte, ella continúa escribiendo: canciones, poemas, recordatorios… Como si fuera William el que estuviese narrando su propia muerte y lo que en ese viaje sin retorno siente y experimenta. Giuliana terminará finalmente encontrando refugio en ese mundo virtual. La escritura en el Facebook será una forma de superar la pérdida, como si ese espacio virtual le permitiese reencontrase con él. Será su vía de escape para sobrevivir al pasado y  a sus recuerdos.



Algunas claves:

   La literatura de Carmen Amoraga se convierte en una voz afectuosa que en todo momento sabe decir lo adecuado. Narrativa, lúcida, diestra, pero también reconfortante, cercana, sutil. El texto nunca se pierde en disquisiciones que no aporten vitalidad al texto y, sobre todo, a la emoción de los personajes. La autora profundiza de forma incansable en la psicología de los personajes, sobre todo en el de la protagonista femenina y muestra las transformaciones que en ella se operan a lo largo de los tortuosos meses de duelo que le toca sufrir.

   Novela intimista y real que, sin extremar el dramatismo y huyendo de cualquier tipo de sentimentalismo, sabe hablar de la soledad, del amor, de la pérdida y de la posterior superación. Pero también de la capacidad de las redes sociales para convertirse en cauce de relaciones humanas. Una novela pues sobre el poder de Facebook para influir en nuestras vidas. Será esta red social la que le permita a la protagonista hablar de lo ocurrido, analizar los problemas, contar lo que siente y recibir, en forma de comentarios el aliento de otros seres humanos.

   La pérdida, la muerte y la desolación están presentes en la novela. Sin embargo, La vida era eso se le muestra al lector como una obra vitalista donde la lucha y la emotividad se combinan para aportar luz a todo aquello que pueda nublar la existencia. Así mismo, la esperanza y el humor se esconden tras el dolor y la pesadumbre.




                                                
Carmen Amoraga y Ana María Matute en la entrega del Premio Nadal

La autora:

   Carmen Amoraga (Pincaya, Valencia, 1969) es licenciada en Ciencias de la Información. Ha trabajado para la radio y la televisión. Columnista del diario Levante y colaboradora en diversas tertulias de radio y televisión. Publicó su primera novela en 1991: Para que nada se pierda con la que obtuvo el II Premio De Novela Ateneo Joven de Sevilla. La siguieron Todas las caricias (2000), La larga noche (Premio de la Crítica Valenciana en el año 2003), Algo tan parecido al amor (finalista del Premio Nadal en 2007, El tiempo mientras tanto (finalista Premio Planeta 2010) y El rayo dormido (2012). Ha publicado así mismo la recopilación de sus artículos en prensa: Palabra más, palabra menos (2006), y Todo lo que no te contarán sobre la maternidad (2009).


Francisco Martínez Bouzas

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