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lunes, 25 de junio de 2012

"LAS AMANTES", ENTRE EL AMOR Y EL DESENCANTO

Las amantes
Elfriede Jelinek
Traducción de Susana Cañuelo y Jordi Jané
El Aleph Editores, Barcelona, 185 páginas.
(LIBROS DE FONDO)


Quizás Elfriede Jelinek (Mürzzuschalag, 1946) no es la mejor escritora alemana de su generación. Si comparamos su obra con la Sebald o Peter Handke, se entiende que en su momento surgiera la polémica sobre una excelencia artística que en su momento la hizo merecedora del Nobel, con la protesta airada y la abrupta renuncia de uno de los miembros de la Academia Sueca, disconforme con la distinción.
Elfriede Jelinek pasa por ser para la crítica una feminista radical, pero ella confiesa no sentirse a disgusto con esta etiqueta, afirmando que  solamente reivindica poner en evidencia los mecanismos de dominación masculina a los que está sometida la mujer. No obstante sus reivindicaciones nunca las ejerce de forma panfletaria, sino a través de la escritura, una escritura que no suele mostrar ninguna cara amable. Pero al mismo tiempo da la vuelta a los tópicos feministas más socorridos, sin renunciar por ello a la diferencia y a la desigualdad.
En coincidencia temporal con la entrega del Nobel (año 2004), que por cierto no recogió en persona aludiendo como razón  justificante “fobia social”, se tradujeron al español varios libros de esta escritora austriaca, poco conocida entre nosotros. De la mano de la editorial barcelonesa El Aleph nos llegaron Deseo, La pianista y Las amantes.
Si tenemos en cuenta el año de su edición original (1975), Las amantes es una vieja novela. No obstante debe de ser considerada una narración actual porque las estructuras sociales solamente cambiaron en mínimos detalles y las mujeres siguen contando todavía hoy con muchas menos posibilidades que los hombres. Quizás suene grotesco pero en Austria sólo existía  pocos meses antes de la concesión del Nobel a E. Jelinek, una profesora universitaria de ginecología.
Elfriede Jelinek es por antonomasia la escritora de la marginación. Ella misma considera que la marginación, generalmente forzada, es el lugar del escritor. A pesar de todo, no ahorra andanadas verbales, ni en sus obras ni en sus declaraciones, para denunciar la injusticia, la opresión y el sometimiento sexual de la mujer al hombre. Y escribe con la autoridad que le da el hecho de estar del  lado de los oprimidos. Unas líneas introductorias sirven de hilo conductor ideológico a Las amantes: “Si alguien tiene un destino, se trata de un hombre, si alguien consigue un destino, se trata de una mujer”. Tal es, en efecto la realidad cotidiana de la mujer en occidente: no tener destino, carecer de historia. Solamente lo tienen los hombres; las mujeres carecen de una trayectoria propia e independiente. Están rehuidas en el presente, en la rutina de su trabajo y en la renuncia. Ni siquiera existen mayúsculas en sus vidas. La misma sexualidad es dominio masculino. Para las mujeres queda el mundo de los sentimientos, pero están privadas de deseos, ya que el deseo es libertad y, como tal, un privilegio masculino. Así pues, al ser el hombre el que le confiere verdadera identidad a la mujer, será en el matrimonio donde esta encuentre su auténtica existencia. Y las que queden al margen del matrimonio, tendrán una vida insuficiente. Es uno de los grandes paradigmas de la ideología patriarcal, contra el que arremete la escritora.
Por consiguiente las historias de las protagonistas de Las amantes, no son dulces fábulas de amor, sino de insatisfacciones. Retratos de verdaderos infiernos domésticos donde quedan anuladas y destruidas miles de mujeres anónimas, con la complicidad de otras mujeres. La peor forma de machismo.

Francisco Martínez Bouzas




Elfriede Jelinek


Fragmentos

un día brigitte decidió que tan sólo quería ser más mujer, enteramente mujer para un tipo que se llama heinz.
cree que a partir de entonces sus defectos parecerán agradables y sus cualidades estarán más escondidas.
pero heinz no encuentra nada agradable en brigitte, y sus defectos no le parecen sino repulsivos.
brigitte ahora se cuida también para heinz, puesto que cuando se es mujer, no puede una salirse del camino, hay que cuidarse. brigitte desea que algún día el futuro se lo agradezca con un aspecto juvenil, pero tal vez brigitte no tenga futuro alguno, el futuro depende exclusivamente de heinz”

…..
 
“existe en el lugar un odio general que cada vez se extiende más, que todo lo contagia, que no se detiene ante nadie, las mujeres no encuentran nada en común entre ellas, sólo antagonismos, aquellas que gracias a su atractivo físico han conseguido algo mejor, quieren conservarlo o ocultárselo a las otras; las otras se lo quieren arrebatar o algo mejor aún, existe odio y menosprecio.
para ello, la primera piedra se coloca ya en la escuela, que paula tenga la ocurrencia de comparar el amor con flores, brotes, hierbas y hierbas aromáticas es una consecuencia de su paso por la escuela.
que paula relacione el amor con la sensualidad es una consecuencia de las revistas que le gusta leer. Paula ha oído la palabra sexualidad, pero no la ha entendido del todo.
a  nadie le gusta reconocer que el amor sólo tiene que ver con el trabajo. paula sabe cómo cambiar los pañales a un bebé y cómo Darlene comer, incluso con los ojos cerrados. pero paula no sabe cómo  evitar un embarazo”

(Elfriede Jelinek, Las amantes, paginas 11, 33)

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