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jueves, 24 de noviembre de 2011

"DONDE ESTÁS PUERTO LIMÓN": LAS PALABRAS DE MUJER DE ARABELLA SALAVERRY

 Dónde estás Puerto Limón
Arabella Salaverry
EUNED, San José (Costa Rica), 2011, 109 páginas.


Poeta, narradora y actriz, así se define Arabella Salaverry y así la defino sobre todo para el lector español que apenas atraviesa fronteras geográficas y culturales y se ve así privado de los sabores, colores, olores y substancias todas de la poesía centroamericana. Porque Arabella Salaverry es costarricense, con infancia gozada y quizás también sufrida en Puerto Limón, en el Caribe de Costa Rica. Escribir es para ella una necesidad vital. Lo demuestran sus cuatro poemarios anteriores y lo muestra de forma superlativa este Dónde estás Puerto Limón, un libro que también nos llega en sazón, maduro, nostálgico, tenue o claramente combativo cuando el yo poético se enfrenta como mujer y fruto del mestizaje a los grandes retos de todas las latitudes: la situación de los marginados, la discriminación genérica de la mujer a nivel planetario. Pero libro, colmado por una riquísima geografía de energías y vehemencias emocionales, expresadas con palabras de libertad, quebradas, rebeldes con los corsés de los cánones del lenguaje poético, porque solo así son capaces de revelar todas las vivencias del sujeto lírico. Un yo lírico, a veces confesional, biográfico, experiencial; otras, evocador, tomando distancias para descubrir aquellos ritos, instantes, sabores, experiencias, paisajes que quieren ir más allá del intimismo.
En Dónde estás Puerto Limón el yo poético se instala en la soledad como espacio vital para ir destruyendo desde ese topos el tiempo, la memoria, el espacio, requisito para la reconstrucción. Por eso recorrer los poemas de Arabella Salaverry equivale a sumergirnos en la palabra que se mece con el ritmo de las mareas y es transitada por la fulgurante naturaleza caribeña. Pero  es sobre todo palabra de mujer, un libro femenino, sutilmente provocador, escrito desde la vitalidad femenina, capaz de suturar, en el mestizaje de sus versos, preguntas y respuestas, los recuerdos de la infancia, la historia familiar, la mirada sobre los objetos, las tradiciones ancestrales y, sobre todo, una perspectiva vital concreta y una perspectiva femenina general.
Me adentro desde estas premisas en los versos luminosos y contenidamente sensuales de Arabella Salaverry, para encontrarme con una decidida voluntad de ir a los cimientos y reconstruir la memoria. Recuperación de la infancia de ese barco de niebla navegando en las calles y ese viento de pájaro recorriendo las tardes del Puerto Limón natal donde transcurren sus primeros años. Desentierro de la “memoriosa infancia”, en ese Limón “tren detenido / en el terminal del sueño”. Recuperación de rutas, de sueños malabares, los sueños infantiles que brotan inducidos por la imagen de la vieja bicicleta verde. Y junto a la bicicleta, el amor por los trenes, incluso los ausentes, porque amarran el destino del cometa del yo poético al verde del trópico. Mas todo tan lejano, rememorado desde el presente vivido y suavemente nostálgico.
Aunque sin demasiadas concesiones a los localismos -la patria natal convive con herencias de otras geografías e incluso con palabras de otros idiomas-, Puerto Limón aparece necesariamente en el ayer y en el presente: el parque enardecido con ese ilán ilán que “esgrime la desmedida urgencia de su aroma”. Limón que es trópico “lleno de abanicos verdes”. Playa Bonita donde el sol duerme “de tanta arena blanca”.
Y el mar, paisaje familiar, ámbito sin duda íntimamente ligado a la experiencia vital de la poeta que es a la par anatomía local y dimensión abstracta y simbólica, como lo han interpretado todos los grandes líricos. Es el mar que se viste con el color del tiempo (gris de lluvia o azul doméstico), el mar con olor  a Caribe, pero también el mar, substancia marítima abstracta que nos reinventa y que es vaivén de esperanza, pero también temblor visceral que nos acomete ante la sola dimensión de su presencia.
No están ausentes de este poemario la queja y la denuncia. Dos poemas rotulados como “Noticias” nos hacen estremecer con esa nueva flor decapitada, “una niña, una más que muere sus doce años degollada” o con el muchacho y los miles de muchachos que mueren cada día “enredados en miles de silencios”. Es entonces cuando la voz poética abandona el tono mesurado para convertirse en explosión, en denuncia radical de las vilezas del presente.
Internarnos en la poesía de Arabella Salaverry nos confirma que la función poética es quizás algo pequeño en su configuración gráfica, aunque muy hermoso (“Small is beautifull”). Y lo es más relevante: nos permite descubrir las fuerzas mágicas del decir poético, que la poesía es fuerte (Michel Deguy), o como decían los clásicos de mi tierra acudiendo a hechizos verbales igualmente reveladores: que la poesía es el gran milagro del mundo.

Francisco Martínez Bouzas






Arabella Salaverry


Poemas de Dónde estás Puerto Limón

Memoriosa infancia

Recuerdo
un barco de niebla
navegando tus calles
Aquella niña sola juega a la rayuela
Recuerdo
un viento de pájaros
recorriendo tus tardes
La niña canta canciones solitarias
 Recuerdo
una ciudad que fue
                          ahora dibujada
 en la inlúcida trama
                         de los sueños
Tu mano madre
para secar la lágrima
Recuerdo también
garúa
          amor
nostalgia
           llanto
Y las tardes repletas de palmeras
Revivo
lo que la memoriosa infancia
desentierra

Me sabe

Limón me sabe a mango
a coster apple
a haki
Me sabe a infancia
a madrugada a tormenta
Me sabe a muelle
a ilán ilán a baobab
Me sabe a jazmín del cabo
a mediodía y a luz
Limón me sabe a quijongo
es agridulce su voz
Me sabe  a caricia
a abrazo
Limón es curry y canela
nuez moscada
un leve resabio a clavo
anís estrella y rondón
Limón me sabe a…
Limón

Madrugada en el puerto

Emergen a mitad de madrugada
Con sus carcajadas políglotas
despedazan la calma
de las alunadas noches
cuando el calor ensaya
sus últimos asaltos
Son marineros de lenguas forasteras
alemán, holandés o checo
Escupen chistes para coronar
el estruendo de su borrachera
Y en un eco patético
las pobres putas tristes
ensayan también su carcajada

(Arabella Salaverry, Dónde estás Puerto Limón, páginas 5, 31, 55)









5 comentarios:

  1. Gracias, mi estimado Francisco, por esa mirada tan halagadora a "Dónde Estás Puerto Limón"!

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  2. Muy bueno, Fernando, detallado y prolijo.
    Espero que el libro sea un éxito.
    Saludos.
    Sandra

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  3. ¡Buen análisis!, gracias Francisco y éxito con el poemario Arahermosísima
    Desde Miami, Judith G.

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  4. En hora buena por tan minucioso examen del trabajo de Arabella... ya tengo el libro conmigo, pronto lo leeremos.

    Saludos!

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  5. Magnífico trabajo sobre la poesía de esta mujer que gracias a usted voy conociendo. Son poemas encantadores, vivísimos, convincentes como si ella nos clavara las palabras en el corazón. Gracias por traerla.
    Un abrazo.

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