domingo, 22 de marzo de 2020

"LA EXTRANJERA": CONDENADA A LA MARGINALIDAD


La extranjera
Claudia Durastanti
Traducción d de Pilar González Rodríguez
Editorial Anagrama, Barcelona, 2020, 267 páginas.

   


    Esta novela, según confirma su propia autora, nace de la impostura de una familia de embaucadores. De unos padres que construían su propia historia cambiándola cuando les convenía. La novela se origina en las palabras del padre que niega la versión romántica de la madre de que conoció a su marido cuando este estaba a punto de suicidarse. El autoengaño, como mecanismo de supervivencia, se extiende al resto de la familia. La misma Claudia Durastanti  estuvo sumida en este laberinto de contradicciones: la única forma de aplacar la angustia de su madre era jugar el papel de hija medio loca. Y reconoce que aún se siente una impostora, ya que las clases culturales son para ella un ardid: vino de no tener nada  a escribir libros. Un valor añadido que, sin embargo, es muy importante para su identidad.
   El libro que ahora podemos leer en la versión de Anagrama, es un memoir, en el que la historia familiar se entrelaza con ciertas secuencias ensayísticas, e las que la autora expresa una amplia y rigurosa reflexión de clase, discapacitada y política. La historia de mi familia, confiesa la autora, se asemeja más a una carta tipográfica que a una novela y una biografía, es la suma de todas las eras geológicas que ha atravesado. Una aventura que une viejos y nuevas migraciones.
   Hija de dos padres sordos, emigrada de niña a Brookly (Nueva York), y retornada con apenas seis años a Basilicata en Italia, hizo el recorrido inverso al de la mayoría de los expatriados. La campiña lucana fue para ella su casa, y las carreteras y calles neoyorkinas  el lugar de los recuerdos de la primera infancia y de las vacaciones estivales. La narración de estas migraciones hace que la protagonista se sienta extranjera, alejada de la normalidad. Sus padres se divorcian en 1990. Después pocas veces se vieron, pero los dos inician la historia afirmando que su matrimonio había salvado sus vidas.
   El soporte y centro de enfoque de la narración es la figura materna. Nacida a finales de los años cincuenta, afectada de sordez y que con aparente cotidianidad cambia de continente, La novela relata la “romántica” relación sentimental con el padre e indaga en las relaciones familiares, pero sin caer nunca en el melodrama.
   La autora no tiene reparo en admitir que la ley que gobierna el libro es la madre como personaje, aunque teñida de ficción. La hija, desde pequeña, proyecta la ficción en la no ficción que está cerca de ella. La infancia, la adolescencia materna en Nueva York o en Roma. El tormento materno de los padres con la creencia de que el amor coincide siempre con el destino, lo que no pasó con el marido y en general con los sentimientos amorosos de sus padres.
   La madre no trabajaba pero apenas pasaba el tiempo con la niña lo que hace que esta se sienta extranjera, incluso al lado de su madre. También el resto de la familia tiene referencias amplias en la novela: mínima comprensión para la protagonista que había llegado a Brooklyn con ganas  de emanciparse de la marginalidad. La mayoría hablan de sueños, pero no fueron capaces, sobre todo sus padres, de acomodarse a la pobreza.
   Relaciones complicadas de la protagonista con los chicos, pese a sus deseos, si bien tiene un novio con el que viaja al extranjero. Se matricula en la universidad para encontrar un padre, un maestro que la formase y la humillase, pero nadie asume tal responsabilidad, sobre todo a la hora de disminuir el aislamiento con sus compañeras. Pero fue en la universidad donde descubre que la verdad pertenece a una clase social.
   La autora goza de la habilidad suficiente para hacernos llegar el dolor, las penurias y las incomodidades, y en general las situaciones que nos disturban; y lo hace  de una forma lineal y plana, como si se tratase de cualquier otra situación, de algo que está determinado que ha de suceder. No hay ninguna violencia en su vida que sea capaz de recordar sin reír.
    

                                              
Claudia Durastanti


   Un texto extremadamente literario, pero sin artificios, en el que la autora actúa como observadora. Una actitud que muchas veces se puede confundir con la frialdad.
   La extranjera, en definitiva, relata el pasado de los progenitores con una sinceridad visceral, y cómo este pasado influye en el descubrimiento de la propia personalidad. Título apropiado, porque en efecto ser extranjero o extranjera está ligado a la disimulación de un engaño que, no obstante puede ser generador de libertad. Como la locura de la madre, camuflada como sordera hace que se sienta libre.

Francisco Martínez Bouzas

domingo, 15 de marzo de 2020

CONSTRUIR UN JARDIN EN EL POLVORIENTO DESIERTO


Perdido en el paraíso
Umberto Pasti
Traducción de José Ramón Monreal
Acantilado, Barcelona. 2020, 279 páginas.

    


   Umberto Pasti es un escritor y diseñador de jardines que divide su tiempo entre Milán Y Marruecos. Uno de sus libros más conocidos es Jardines, los verdaderos y los otros. Recientemente ha publicado  Perduto in Paradiso, que acaba de ser traducido por Acantilado. Este autor milanés arribó a Marruecos al territorio que había sido protectorado de España, hace treinta años. Compró una casa en Tánger, donde plantó un magnífico jardín. Pero su verdadera pasión por la jardinería se revela en el jardín que construyó en Rohuna, un paraje costero que descubrió durante un paseo. Nada más divisar el paisaje, decidió cuál era el rumbo de su vida: vivir allí  y levantar un jardín.
   Ayudado por los lugareños, puso manos a la obra, alejado de la ladera polvorienta, despoblada de árboles porque, en aquella región dedicada a producir carbón, las colinas estaban desnudas y la tierra calcinada. Por ese motivo, la construcción del jardín se convirtió en una tarea ardua y titánica, ya que tuvo que transportar cientos de toneladas de tierra vegetal. En la actualidad, ese jardín existe y es un paraíso repleto de árboles que proporcionan sombra, vegetación enmarañada y múltiples flores; todas ellas plantas autóctonas marroquíes.
   Una gran aventura relatada en este libro que no solo ha recibido loas y críticas positivas. No falta quien opine que la construcción del jardín más que el relato de una obsesión, es la historia de una enfermedad mental. No obstante, si algo cabe decir de los propósitos del autor, es que en la construcción del jardín, Umberto Pasti proyectó una inmensa carga de honestidad y de amor.
   El libro es un largo relato autobiográfico, nutrido con sus dos grandes historias de amor. El país que lo adoptó y donde vive y el jardín en el oasis verde creado en Rohuna, “lugar arcaico y solemne donde cambié los perros por unicornios.”.
   Al inicio del texto, el autor tiene cuarenta años, y sobre todo ama la belleza. Ha viajado y ha visto múltiples lugares. Pero ninguno lo había seducido para lo que iba a acontecer. En los alrededores de una aldea perdida en la costa atlántica del norte de Marruecos, muy fatigado tras una larga caminata, queda dormido debajo de una higuera. Cuando despierta, sufre súbitamente una metamorfosis: ha surgido en su mente un jardín en Rohuna, un lugar de clima extremo e inhóspito, carente de agua, de electricidad, habitado por jóvenes violentos y mujeres que parecían fieras, viejos sabios e ingeniosos que acarrean grandes dosis de despotismo. Pero la región es bella y solemne, como la apariencia de un dios.
   Umberto Pasti para existir, para realizarse, para construir el jardín debe transformarse en un jardinero. Acontecen días de fatiga titánica, del ir y venir de los mulos cargados de tierra. La pista escavada a mano, las plantas rescatadas de las canteras que estragan el país, la búsqueda afanada de agua, la invasión de los escorpiones. Los niños que se transforman primero e amigos y más tarde en jardineros, los enfermos que es preciso curar. Pero el paraíso se hace cada día más real,  a pesar de las batallas legales, de las amenazas de los hombres de negocios, carentes de escrúpulos, de la presión constante del turismo depredador. En un tiempo de conflictos entre el Islam y Occidente.
    
                                             
Umberto Pasti
 

   Pero Rohuna resiste e un lugar único e insustituible, y en ese paraíso, un hombre llegado de lejos ha reconocido su casa y su familia. Y con el desenlace de un rito iniciático se ha encontrado a sí mismo.
   Umberto Pasti relata en este libro la empresa de su vida. Un relato  que parte de un acto de amor y como tal está contado. Un enamoramiento por un lugar, por un territorio, por una atmósfera. La narración fluye ágil entre recuerdos personales, emociones, con la amistad de tantos adolescentes y de niños comprometidos con el trabajo para construir un jardín hecho con honestidad y amor.

Francisco Martínez Bouzas

viernes, 13 de marzo de 2020

PASION, BRUJERÍA Y ASESINATO


Las furias
Katie Lowe
Traducción de Viginia Maza
Ediciones Siruela, Madrid, 2019, 314 páginas.

   


   Aunque estamos ante un libro de ficción, escrito veinte años después de que hubieran tenido lugar los acontecimientos macabros, llevados por la ira y el furor de las furias, la principal protagonista, Violet mira retrospectivamente el pasado para recuperar el espíritu salvaje  que la sumió en una historia de iniciación y de ritos que la forzaron a ejercer su lado más oscuro. Así lo plantea Katie Lowe en su debut literario en una historia sobre cuatro adolescentes marcadas por las sombras de las furias en un colegio de élite. En su ficción Katie Lowe nos habla del poder y de la vulnerabilidad de la mujer que se manifiestan en violaciones, maltrato, abandono, cadáveres, cenizas, amor prohibido, brujas y conjuras. Una historia aterradora en la que emplea la ficción de las erinias, divinidades romanas de la venganza, y que empujan a las jóvenes hacia su lado más  oscuro.
   En una breve sinopsis, proporcionada en parte por el sello editor, cabe decir que Violet llega al prestigioso colegio de Elm Hollow, conocido más por su dilatada historia de crímenes y leyendas sobre brujería que por su logros académicos. Violet llega precedida por una tragedia y lo abandonará con esa tragedia acrecentada. En el centro educativo traba amistad con Robin, una chica rebosante de ideas extremas y con Grace, la más joven del grupo y que había sido víctima de malos tratos en su casa. Hay otro personaje, Annabel, la profesora de arte, que organiza clases privadas y secretas para el grupo. En ella habita un brillo intelectual que seduce a las tres jóvenes, como si de semidiosa se tratara.
   En un largo ejercicio de memoria, Violet, siendo ya adulta, recuerda. Recuerda que muy pronto fue seducida por Robin que la introduce en ese reducido grupo de amigas. El colegio es heredero de un centro fundado en el siglo XVII por Margaret Boucher para niñas huérfanas. Ella misma sufrió en sus carnes la caza de brujas, algo habitual en aquellos tiempos. Un trío de niñas que no hablará con nadie desde que otra amiga, Emily, había desaparecido un año antes y nadie había vuelto a saber de ella.
   La carismática profesora de arte atrae a Violet que entra a formar parte del grupo secreto de mitología y ritos ancestrales. Las idas y visitas al campanil de la escuela se intercalan con escapadas a la ciudad, típicas de la edad. Y allí experimentan de todo. Alcohol, chicos, droga, sexo y múltiples decepciones.
   Muy pronto la figura de las furias empieza a ejercer un gran magnetismo sobre las chicas que se ven arrastradas sin control hacia su lado más obscuro. Brujería y magia comienzan a regir sus vidas. Hasta que nos encontramos con el descenso y caída de las tres adolecentes, que se convierte así en el centro de la narración, porque dan el salto de las ensoñaciones adquiridas a la puesta en práctica y experimentaciones horripilantes. La fuerza de las mujeres llevadas por la ira y el poder de las erinias se apodera de estas chicas que han decido poner fin a todo aquello que limite sus pasos. Será un tiempo  de belleza, pasión, locura y muerte.
   

                                     
Katie Lowe



 Novela de iniciación, narrada por Violet, ya en su edad adulta. Lo que nos ofrece el relato es su punto de vista. Sin embargo, acierta a combinar los cuestionables ritos de la iniciación con la tensión criminal. Los personajes no son planos. Evolucionan desde el primer momento, sobre todo Violet. Y a poco van adquiriendo profundidad para ejercer de protagonistas. El mito y la memoria se convierten en las herramientas claves para explorar el movedizo territorio de la adolescencia. La superstición y la magia y los rituales obscuros tienen también un gran pensó en la novela, puesto que, detrás de mucho de los actos macabros que podemos leer, se halla lo oculto y escondido.
   Una novela de suspense  que mantendrá en vilo la atención lectora. Novela dura, con un final que no revelaré, pero cargado por los que se suele llamar “justicia poética”. Todo ello contado a través de una prosa poderosa.

Francisco Martínez Bouzas

miércoles, 11 de marzo de 2020

LA MEMORIA ES UNA ELECCIÓN


En la Tierra somos fugazmente grandiosos

Ocean Vuong

Traducción de Jesús Zulaika

Editorial Anagrama, Barcelona, 2020, 263 páginas.



   



    Esta es la primera novela de Ocean Vuong (Ciudad de Ho Chi Minh, 1988), cuya experiencia vital a pesar de su juventud, es en sí mismo una historia que parece fabricada por la ficción. Autor de varios poemarios, galardonados con distintos premios en Estados Unidos, y profesor actualmente en Massachusetts, tras pasar un año en un campo de refugiados en Filipinas y emigrar en 1990 a Norteamérica. Anagrama traduce este libro veraz y muy hermoso, sobre todo muy humano, inspirado en las vivencias íntimas del autor, llenas algunas de gran crudeza y otras de sutil hermosura.

   Una vez más, estamos ante una novela de autoficción, una tendencia literaria que cada vez se consolida más en los sistemas literarios. La voz narrativa en la novela es Perro Pequeño, alter ego del autor, un nombre con el que  le bautizó su abuela porque en el pueblo donde ella creció, al niño más pequeño y débil, como era su caso, le ponían un nombre despreciable. Perro Pequeño fue el nombre más tierno que hallaron. Perro Pequeño le escribe a su madre porque un día estuvo dentro de ella. Pero es a la vez mamá y monstruo.

   La voz narrativa reconstruye, en una carta a la madre, la historia de la familia, marcada por la guerra de Vietnam y por la emigración a los Estados Unidos. En el país americano, Perro Pequeño y su madre se establecen en Connecticut, donde ella gana el sustento haciendo manicuras y pedicuras. Pero la madre es víctima de un estrés postraumático que se manifiesta en violentos estallidos de ira contra el hijo, que se alternan con gestos de gran ternura. Con ellos habita la abuela Lan que tuvo la desgracia de vivir el drama de la guerra en primera persona. Había huido de un matrimonio contraído con un hombre mucho más anciano, y se había visto obligada a vender su cuerpo a los soldados norteamericanos para poder mantenerse.

   Según va creciendo, Perro Pequeño se hace intérprete del imposible  diálogo entre las generaciones de su propia familia, sirviendo de lazo de unión entre dos mujeres que no hablan inglés, y les cuesta integrarse en la cultura americana. Pero en su tarea de responsabilizarse de los demás, Perro Pequeño aprende a conocerse a sí mismo; experimenta la difícil relación con sus coetáneos que le miran con suspicacia dada su diversidad, hasta que descubre el amor, un amor homosexual por un joven americano, Trevor. En la Tierra somos fugazmente felices es una novela de formación, que, a través de la relación entre hijo y madre, habla de la construcción de la identidad, de la diferencia  y de cómo aprendemos a ser poseídos por los sentimientos.

   Esta es una fría y escueta sinopsis de un libro muy humano y muy bello. En lo que sigue, resalto algunos de esos rasgos.

   Perro Pequeño le escribe a su madre  para hacerle saber sus vivencias íntimas quizás demasiado tarde porque se le ha hecho imposible aprender a leer a lo largo de su corto periplo vital. Y lo hace, en primer lugar, para liberarse. Liberarse de la propia madre, de la primera vez en la que le pegó con cuatro años.  De la abuela que viajaba en espíritu dentro de sus historias, que llega a Saigón con sus hijos y, al no hallar ningún empleo, acabó ejerciendo de de trabajadora sexual para los soldados rasos norteamericanos de permiso. Con aguerrido orgullo no lo o culta: Hice lo que cualquier madre habría hecho: encontrar un modo de comer. Se casa con Paul, que no era uno de sus clientes. El protagonista es consciente de que carece de nexos con Estados Unidos, porque el marido de la abuela -estadounidense-  no es el padre de la hija de la abuela. A los catorce años, consigue su primer trabajo en un campo de tabaco, y al mismo tiempo  deja aflorar su homosexualidad, en una relación con Trevor. Una relación que narra con detalle el autor y que da lugar a páginas de alto contenido erótico. Por último regresa junto a a la madre, y le dice que viene con las manos vacías, pero viene para hallar una razón para quedarse.

    

                                             
Ocean  Vuong


La novela, una carta de amor lacerado, es en buena medida una descripción de la diáspora de los vietnamitas refugiados en Estados Unidos: sus trabajos, su difícil integración. Escrita  con una tonalidad intimista y con imágenes que dejarán una huella profunda en el lector. Perro Pequeño conserva los recuerdos, a pesar de que son fugaces, pero la memoria es una elección, como un día le dice su madre.



Francisco Martínez Bouzas