miércoles, 3 de octubre de 2012

"AYER NO MÁS" DE ANDRÉS TRAPIELLO. AVANCE EDITORIAL


Ayer no más
Andres Trapiello
Ediciones Destino, Barcelona, 2012, 310 páginas.

  

   Andres Trapiello (Manzaneda de Torío, León, 1953), narrador, ensayista y poeta, es un autor imprescindible de la actual literatura española. Un “must” con un amplio número de títulos salidos de su pluma.  Títulos como La noche de los Cuatro Caminos (2001), Los amigos del crimen perfecto (Premio Nadal, 2003), Al morir don Quijote (2004, Premio de Novela Fundación José María Lara, Prix Littéraire Européen Madeleine Zepter en el año 2005 a la mejor novela extranjera), Los confines (2009); las cuatro entregas hasta ahora publicadas del diario Salón de pasos perdidos forman parte de la mejor narrativa publicada en español en este siglo.
   De las manos diligente de Alba Fité, Cristina Castillón, Silvia Coma... del departamento de comunicación de Ediciones Destino me acaba de llegar la nueva y esperada novela de Andrés Trapiello, Ayer no más, una reflexión en clave ficcional sobre la memoria, el perdón y el olvido y en la que el lector percibirá la guerra civil española desde parámetros o enfoques distintos de los habituales que se están convirtiendo en pocos menos que tópicos. Porque Andrés Trapiello, con visión narrativa alejada de todo maniqueísmo “se ha ganado el prestigio de ser el gran especialista sobre las heroicidades y pecados de ambos bandos de la contienda”
   De la presentación editorial, y en espera de una valoración crítica personal, entresaco las siguientes anotaciones referidas a la sinopsis y a algún otro aspecto de la novela:
   Un niño presencia el asesinato a sangre fría de su padre en los primeros días de la guerra. Setenta años después  reconoce de forma fortuita en una calle de León a uno de los que participó en aquel desmán, un conocido empresario que se niega a confesar dónde enterraron a su víctima. Es testigo del encuentro el hijo de este, José Pestaña, profesor universitario y miembro de una agrupación de la memoria histórica. Este enfrentamiento entre víctima y victimario y el deseo de J. Pestaña de conocer los hechos y de que se haga justicia, le enfrentará  a su padre, y a todos aquellos que tratan de falsear el pasado con tal de justificar sus propios deeos de revancha.
   Es a raíz de esta contundente y radical premisa que Andrés Trapiello construye de forma sumamente incisiva Ayer no más. Una novela que nos recuerda que la Historia no es un mero relato en blanco y negro, de victimas y verdugos, sino una amalgama de grises que pueblan los escenarios en el que vivieron y actuaron víctimas y victimarios.
   Porque la Historia que se ocupa de los hechos generales y de las grandes panorámicas, es siempre incompleta. La novela, contrariamente, se fija en individuos concretos cuyos dramas indaga. Es la premisa que hace que Andrés Trapiello recurra a la novela y a la relación entre un padre de reminiscencias fascistas y un hijo con un pasado comunista. Ambos bucearán en los ojos del otro para encontrar el reconocimiento y la fuerza para descubrir la Verdad.
   Novela construida de forma poliédrica, a través de varias miradas que traducen lo que ven en un relato en primera persona. A medida que avanzan las páginas son estos protagonistas los que hablan directamente al lector sobre sus experiencias y sus sentimientos, adentrándose en la psique de cada uno de ellos para descubrir que nada es lo que parece, que nada es tan simple ni siquiera en tiempos de paz y mucho menos cuando suenan los tambores de guerra.
   Novela pues, libro de culto como Las armas y las letras, un libro de ensayo de su autoría editado en 1994 y revisado en 2010, que no deben perderse todos los buenos lectores que siguen la obra literaria de Andrés Trapiello y están interesados en su visión plural y no maniquea sobre la guerra civil porque Trapiello no piensa volver a escribir sobre la misma. Su posición como escritor sobre el papel de la memoria en esta novela se resume en esta frase: “La memoria es algo que hay que cultivar; el olvido crece solo”

Francisco Martínez Bouzas



Andrés Trapiello, foto: La Vanguardia

Fragmento

“No le pregunté cómo se ha enterado. Me ha llamado mamá. Mi padre ya lo sabe. Supongo que mi padre leería las esquelas. Es lo único que ha leído en su vida. Se publicaron dos, una para él y otra para su madre. Se ve en las dos la mano de Mariví: «Doña Honorina  Álvarez Ardón, viuda de Don Ángel Custodio Reguera, ha fallecido en León a la edad de 102 años sin conocer el paradero del cuerpo de su esposo, asesinado el 15 de agosto de 1936 en La Fonfría (Carrocera) por los enemigos de la democracia y la libertad.» «Graciano Custodio Álvarez ha fallecido en León a la edad de 78 años sin conocer el paradero del cuerpo de su padre, asesinado en La Fonfría (Carrocera) el 15 de agosto de 1936 por los enemigos de la democracia y la libertad.»
   No he hablado con mi padre desde antes del verano, desde que nos encontramos en Seisdedos. Mamá llama a escondidas”

(Andrés Trapiello, Ayer no más, página 273)

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